El bebé llora, lleva sus rodillas hasta su abdomen y parece tener un dolor agudo. Puede estar lleno de gases; después se aquietará para comenzar a llorar de nuevo.
Por lo general, no se puede calmar a los bebés con cólico alimentándolos o cambiándoles pañales, además de que los episodios pueden durar muchas horas. El cólico tiende a ser más grave entre las cuatro y seis semanas de edad y cede gradualmente del tercer al cuarto mes.
Recuerde que el cólico del lactante desaparece tan misteriosamente como se presentó.
Remedios para el colico del lactante:
– Intente el transporte del cólico. Extienda su brazo con la palma hacia arriba, luego coloque el bebé (sobre su brazo) pecho abajo, con su cabeza en su mano y sus piernas a cada lado del codo. Sostén al bebé con la otra mano y camine por la casa con su bebé en esta posición.
– Haga eructar a su bebé. Algunos bebés con cólico tienen más gas abdominal de lo normal y pueden encontrar más dificultad para eructar. Cuide la posición del bebé cuando lo alimente (es bueno en posición erecta) y hágale eructar con frecuencia. Cuando lo alimente con botella, hágale eructar después de cada onza y pruebe todos los chupones que pueda en los biberones.
– Reduzca su consumo de leche. Muchos especialistas consideran que el cólico se debe a la transmisión de la leche de vaca que pasa de madre a niño a través de la leche materna. Puede probar la dieta materna sin leche de vaca, sobre todo en familias que presentan una historia de alergias frecuentes. Puede comenzar eliminando la leche de sus dietas y ver qué sucede. Si eso no basta puede reducir otros productos lácteos.
– Revise la relación con la dieta. De vez en cuando puede haber algunos alimentos que el bebé resiste. La madre que amamanta puede tratar de observar si hay alguna correlación entre lo que come y el inicio del cólico. Algunas agentes potenciales incluyen las bebidas que contienen cafeína, el chocolate, el plátano, las naranjas, las fresas y también los alimentos muy condimentados.
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